Monday, October 17, 2005

Olores

Esta mañana he sufrido en mis propias carnes el peor olor de una evacuación corporal de mi vida. Algo peor que la cocina de un restaurante donde se acaban de hacer unos callos. Ya que el último post ha sido un invento aquí va otro para esos momentos donde el cuerpo se transmite al aire en forma de hedor. Una vez hecha la deposición se quema una cerilla y, ¡zas, adiós al mal olor.

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